Me refiero a lo que a veces me sucede cuando leo novelas y veo películas/series/novelas de TV. Muchos saben de mi amor por James Howlett; mi Wolverine... A pocos les he mencionado lo que me sucedía cuando veía la novela de Canal 13 llamada Tentación; el por qué prefería no verla. Lo que me sucede es que vuelvo realidad los sentimientos de los personajes; los vuelvo realidad en mi interior. Pasa con algunas selectas películas y con mi amado Cien Años de Soledad, sin olvidar a uno de mis regalones: The Citadel. No suele ocurrir con las series, y menos con una serie intrigante y entretenida, pero banal y pop como LOST. Sin embargo, hoy ocurrió.
Tras una larga espera por fin nos dimos el tiempo de terminar de ver la tercera temporada. Siempre me ha to
No voy a exagerar, mi sentimiento de angustia no es tan grande como otras veces, pero sí debo admitir que me afectó de esa forma extraña que creo que solo a mi me pasa.
Lo confieso y reafirmo: Tengo mentalidad televisiva.
No es tan fuerte como cuando veía a Gabriel con Camila en Tentación;
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Para muchos es una estupidez, me consta. Pero, para todos ellos y para los que me entienden o al menos me leen con cierto respeto, tengo un mensaje: EL BLOG Y LA MENTE SON MIOS, MALA SUERTE SI NO PIENSAN IGUAL QUE YO. Esto me sucede y es un hecho. No creo que necesite terapia.
Vamos a ver cómo ando escribiendolo... En una de esas ayuda y no ando una semana depre como me pasaba con Tentación... (como imaginarán, veía aproximadamente una vez a la semana la novela y no seguí con lujo de detalles la trama, pero cada capítulo que veía era tan horriblemente trágico que me daba para rato la pena...)
Bueno, para variar se me ha hecho tarde... Dejo el tema hasta acá.