Así se llama el primer capítulo de una serie en la que estoy bastante enrollada, Física o Química.
Entre ese tema y la banda sonora de la serie y otras cosas que han pasado, el asunto toma un matiz relevante. ¿Qué quiero hacer antes de estar muerta? O menos "trágico": ¿qué cosas no estoy dispuesta a dejar de hacer en mi vida?
No recuerdo con qué soñaba cuando era chica, quizá con tener todas las barbies del mundo o poder matar a mis compañeros de colegio, o bien un punto intermedio entre ambas cosas...
Cuando me empezó a nacer la ilusión y a que me la mataran al mismo tiempo, perdí el curso de mi vida. No sabía (y aún no sé) qué es lo que realmente deseo para mi vida; mi meta, mi destino final; lo que quiero alcanzar.
Hasta hace poco mi mayor anhelo en la vida era tener plata para irme lejos de toda la presión; liberarme de todas mis trancas y poder recién ahí definirme como persona, pues no creía poder resucitar todo lo que había muerto de mi; por lo que tenía que reconstruirme desde los cimientos. Todo ese concepto de que algún lejano día las cosas mejorarían; si bien pobre en alegrías, me ayudaba a mantenerme en pie... medio tambaleando pero en pie al fin.
Como dije, eso era hasta hace poco... pero ahora... ahora las cosas son diferentes. No un cambio en 180, pero sí quizá en 90 o 135 grados sexagesimales y me alegra mucho. Porque es algo hermoso y porque no es por él. Obviamente ha influido mucho, pero es por mi propia felicidad y por lo que yo, Susana, quiero para mi vida.
Aún no puedo expresar con palabras qué es lo que quiero; porque me falta para lograr conceptualizarlo, pero creo que por fin, después de tantos años, me estoy definiendo.
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