Desde un tiempo después que llegué acá que, como le digo a Steffen, me siento como en una montaña rusa, subiendo y bajando; pasando por períodos de euforia, alegría, entusiasmo, etc., alternados con períodos asociales, tristes, pesimistas, etc.
Cuando estoy mal de ánimo a veces ando apática, me siento casi muerta por dentro. Otras veces me da por llorar por todo, otras creo que jamás nos van a aceptar la solicitud de residencia, que jamás voy a encontrar trabajo y que al final mi relación se va a ir al carajo.
De a poco he podido ir combatiendo algunos de los períodos bajos; por ejemplo cuando me pongo apática, ya sé que necesito hacer algo diferente; salir un poco de la rutina. Así, el otro día fuimos caminando a una playa chiquitita y media abandonada que hay por aquí cerca, ayer fuimos al Kvadrat, un mall grandote que queda a las afueras de la ciudad... cosas así, que no hacemos en el común de los días.
Cuando ando muy triste (el 99% de las veces porque extraño a mi hermana), hago lo posible por distraerme y Steffen me dice que podemos ir o invitarla a venir, y cosas que podemos hacer acá si viene o en Chile si vamos, y hace todas las gracias que se le ocurran para distraerme y hacerme reír otra vez...
Yo creo que toda persona que se va de su país, o muy lejos del lado de su familia en general pasa por estas etapas de altos y bajos; cuando entra la desesperación de "que cresta hago si le(s) pasa algo" o "voy a envejecer sola acá, completamente alejada de los de mi sangre" y sobre todo en la situación en que estoy yo, en esta espera eterna que a veces me hace sentir tan estancada que parece que fuera retrocediendo...
Pero pucha, después de todo es mi decisión; yo sabía que esto iba a ser duro al principio (aunque ilusamente pensé que la espera duraría a lo más 4 meses) y que tendría que adaptarme a muchas cosas... y tengo que seguir adelante, avanzando aunque sea lento por ahora; aprendiendo bien el idioma, adaptándome a esta cultura que a veces me parece tan extraña y ajena y sé que en algún momento las cosas van a cambiar y voy a poder matricularme en el curso de noruego y voy a tener que ir aunque me de flojera, y voy a conocer más gente que las 2 o 3 personas que he llegado a conocer por las mías y en el fondo voy a empezar a hacer mi vida acá...
Y más temprano que tarde tendré un trabajo y podré comprar algunas de las cosas que quiero y no sólo las que necesito, y podré ahorrar para nuestra casa o departamento y para visitar a mi familia en Chile o bien para traerlos para acá... y después podré decorar nuestra casa a mi pinta, podré tener mi taller de costuras con el que ahora alucino de sólo imaginar... Esos sueños, esos proyectos en realidad son los que me mantienen en pie cuando mi ánimo y mi esperanza decaen...
Y mis momentos altos de este año van asociados a lo mismo en realidad, a mi estancia acá. A cómo va creciendo nuestra relación con Steffen y nuestro amor también. Cómo las bases que construimos tan solo a través de Internet se van fortaleciendo, cómo nos vamos descubriendo y cómo hemos llegado a conocernos tan bien...
También me ha traído alegrías el cómo va mejorando mi nivel del idioma, cuando descubro una nueva cosa y luego puedo aplicarla al día a día, cómo de pronto es lindo ser inmigrante y poder todo de una forma mucho más objetiva...
Además, me produce alegría el saber que estoy acá no porque alguien me haya arrastrado a esto, sino porque fue mi decisión, mi propia y absoluta decisión el atreverme a vivir mi vida acá, alejada de todo lo que alguna vez conocí, aprendiendo de golpe a vivir lejos de mis papás, a vivir en pareja, a ser dueña de casa, a tener una relación, a partir de cero, a forjarme a mi misma como persona... Eso me llena de dicha y de amor propio.
Un momento alto este año también fue cuando recibí la validación del título acá... Me alegré tanto y me sentí tan orgullosa de mi misma, más que por el logro, por haberme atrevido a dejar de lado mis inseguridades de "no me lo van a convalidar" y haberlo hecho, de cero, sin saber bien cómo y simplemente lanzándome a por ello. Yo soy una persona súper miedosa para esas cosas, siempre pienso lo peor de la situación, entonces haber hecho todo eso por mi misma es de verdad un gran logro para mi.
Cuando estoy mal de ánimo a veces ando apática, me siento casi muerta por dentro. Otras veces me da por llorar por todo, otras creo que jamás nos van a aceptar la solicitud de residencia, que jamás voy a encontrar trabajo y que al final mi relación se va a ir al carajo.
De a poco he podido ir combatiendo algunos de los períodos bajos; por ejemplo cuando me pongo apática, ya sé que necesito hacer algo diferente; salir un poco de la rutina. Así, el otro día fuimos caminando a una playa chiquitita y media abandonada que hay por aquí cerca, ayer fuimos al Kvadrat, un mall grandote que queda a las afueras de la ciudad... cosas así, que no hacemos en el común de los días.
Cuando ando muy triste (el 99% de las veces porque extraño a mi hermana), hago lo posible por distraerme y Steffen me dice que podemos ir o invitarla a venir, y cosas que podemos hacer acá si viene o en Chile si vamos, y hace todas las gracias que se le ocurran para distraerme y hacerme reír otra vez...
Yo creo que toda persona que se va de su país, o muy lejos del lado de su familia en general pasa por estas etapas de altos y bajos; cuando entra la desesperación de "que cresta hago si le(s) pasa algo" o "voy a envejecer sola acá, completamente alejada de los de mi sangre" y sobre todo en la situación en que estoy yo, en esta espera eterna que a veces me hace sentir tan estancada que parece que fuera retrocediendo...
Pero pucha, después de todo es mi decisión; yo sabía que esto iba a ser duro al principio (aunque ilusamente pensé que la espera duraría a lo más 4 meses) y que tendría que adaptarme a muchas cosas... y tengo que seguir adelante, avanzando aunque sea lento por ahora; aprendiendo bien el idioma, adaptándome a esta cultura que a veces me parece tan extraña y ajena y sé que en algún momento las cosas van a cambiar y voy a poder matricularme en el curso de noruego y voy a tener que ir aunque me de flojera, y voy a conocer más gente que las 2 o 3 personas que he llegado a conocer por las mías y en el fondo voy a empezar a hacer mi vida acá...
Y más temprano que tarde tendré un trabajo y podré comprar algunas de las cosas que quiero y no sólo las que necesito, y podré ahorrar para nuestra casa o departamento y para visitar a mi familia en Chile o bien para traerlos para acá... y después podré decorar nuestra casa a mi pinta, podré tener mi taller de costuras con el que ahora alucino de sólo imaginar... Esos sueños, esos proyectos en realidad son los que me mantienen en pie cuando mi ánimo y mi esperanza decaen...
Y mis momentos altos de este año van asociados a lo mismo en realidad, a mi estancia acá. A cómo va creciendo nuestra relación con Steffen y nuestro amor también. Cómo las bases que construimos tan solo a través de Internet se van fortaleciendo, cómo nos vamos descubriendo y cómo hemos llegado a conocernos tan bien...
También me ha traído alegrías el cómo va mejorando mi nivel del idioma, cuando descubro una nueva cosa y luego puedo aplicarla al día a día, cómo de pronto es lindo ser inmigrante y poder todo de una forma mucho más objetiva...
Además, me produce alegría el saber que estoy acá no porque alguien me haya arrastrado a esto, sino porque fue mi decisión, mi propia y absoluta decisión el atreverme a vivir mi vida acá, alejada de todo lo que alguna vez conocí, aprendiendo de golpe a vivir lejos de mis papás, a vivir en pareja, a ser dueña de casa, a tener una relación, a partir de cero, a forjarme a mi misma como persona... Eso me llena de dicha y de amor propio.
Un momento alto este año también fue cuando recibí la validación del título acá... Me alegré tanto y me sentí tan orgullosa de mi misma, más que por el logro, por haberme atrevido a dejar de lado mis inseguridades de "no me lo van a convalidar" y haberlo hecho, de cero, sin saber bien cómo y simplemente lanzándome a por ello. Yo soy una persona súper miedosa para esas cosas, siempre pienso lo peor de la situación, entonces haber hecho todo eso por mi misma es de verdad un gran logro para mi.
Todos tenemos altos y bajos independientemente de donde nos encontremos. Supongo que lejos de tus seres queridos todo se agudiza.
ResponderBorrarTodo es cuestión de resiliencia. Ánimo!
Te entiendo con lo de ser miedosa para algunos desafíos y te admiro por todo lo que haz hecho =)
ResponderBorrarUn fuerte abrazo Su y mucho ánimo que todo saldrá bien!!
Precisamente de éso se trata la vida: de altibajos.
ResponderBorrarEso es lo que hace interesante y enriquecedor vivir, me parece a mi.
Qué tal una existencia plana: aburridoramente feliz siempre o lastimosamente trágica todo el tiempo?
Yo creo que de lo que se trata es de cargar baterias en los tiempos buenos para tener fortaleza, serenidad y valentía para afrontar los malos momentos y no salir destruidos de ellos.